Técnica metamórfica

La técnica metamórfica (también llamada ‘masaje metamórfico’) fue creada a mediados de los 60 por el naturópata y reflexólogo británico Robert St. John, tras descubrir la existencia de un mapa psicológico del ser humano reflejado en el pie y bajo el mapa de los puntos de la reflexología podal.

Cada sesión de técnica metamórfica recorre la línea de reflejo de la médula espinal, el borde interno de ambos pies y la cabeza. Se encuentra indicado para todas las edades y especialmente en momentos vitales en los que se atraviesan importantes cambios o comienzan nuevas etapas. Por eso es una excelente terapia para niños, durante el embarazo, o adultos en casos de estrés, depresión o ansiedad.

Durante la terapia, trabajamos en un plano temporal y más allá de los síntomas de la enfermedad, de forma que nos dirigimos a cuándo comenzó el bloqueo que vamos a tratar, liberándolo y deshaciendo sus secuelas, enquistadas en nosotros en forma de patrones mentales. Ayuda a una evolución personal, con el surgimiento de nuevas oportunidades de crecimiento y fortalecimiento interior.

En el caso de los adultos, con una hora semanal es suficiente para dar tiempo a realizar los cambios que necesite, reacomodándose así al nuevo estado interior que va surgiendo. En el caso de los niños, se puede practicar con mayor frecuencia y menor tiempo por sesión ya que ellos reaccionan con mayor rapidez y no pueden permanecer mucho tiempo en la misma postura. En el caso de mujeres embarazadas, también trabajamos sobre el nuevo ser que se está gestando.

Recuerda que en las consultas se puede realizar íntegramente el tratamiento solicitado, o bien, si es compatible, utilizar dos o varias técnicas.